El Octubre Centre de Cultura Contemporània, en la ciudad de Valencia, fue el escenario elegido para acoger, este pasado miércoles, 22 de mayo, el segundo acto de presentación de resultados de Futuro&Co., organizado junto con Sant Joan de Déu València –entidad también perteneciente a la Red FACIAM-. Esta jornada reunió a los y las compañeras de esta organización, que acompañaron al resto de asistentes –personalidades públicas, profesionales del tercer sector y público en general- por un recorrido donde descubrieron nuevas herramientas, extraordinarios hallazgos en el ámbito del sinhogarismo juvenil y, lo que fue más importante, las experiencias profesionales, pero, sobre todo, de vida, junto a los y las jóvenes de Futuro&Co. 

Isabel Tortajada, directora de SJD València, fue la responsable de inaugurar el acto destacando la importancia de la colaboración y el esfuerzo conjunto dentro de la Red FACIAM para combatir la exclusión socioresidencial que afecta a miles de jóvenes en nuestro país. Tras ella, Ana Gómez, coordinadora de Futuro&Co., presentó los diversos recursos que han nacido por, para y desde el proyecto –cursos de formación, manuales de herramientas, informes de resultados, etc.-; unos materiales que, aun estando a disposición de todas y todos, están especialmente dirigidos a los y las trabajadoras del tercer sector, espacio en el que recae la mayor parte de los esfuerzos para combatir el sinhogarismo juvenil. 

A continuación, llegaba el turno del equipo técnico de SJD València. Una oportunidad que estas chicas – Gloria Puchol, Emérita Paya y Ángela Gallego-, presentes en el día a día y en las vidas de los y las jóvenes participantes en el proyecto, aprovecharon para compartir sus experiencias directas con ellas y ellos y para trasladar a todo el auditorio la parte más humana de este proceso de experimentación. Con sus intervenciones, basadas en meses de trabajo, lograron transmitir la realidad, la cotidianeidad, las alegrías y los obstáculos derivados de este modelo, más allá de los datos y de las directrices pautadas. 

“Era importante parar. Parábamos y nos preguntábamos: ‘¿qué estamos haciendo?, ¿qué es lo que necesitan los chicos y las chicas?’. Teníamos que tener en cuenta que cada uno de ellos/as tenía unas necesidades particulares. Así, semanalmente, nos reuníamos y nos hacíamos estas preguntas, adaptando las herramientas al momento vital de cada uno/a”. Emérita también habló de que sabían que el proyecto tenía que arrojar resultados que innovaran, lo que les hizo mirar más allá de los métodos de intervención tradicionales: “Teníamos que romper con todas las barreras, y una de ellas era, sin ir más lejos, la que había en los propios espacios habituales de atención. Por eso, habilitamos nuestra oficina (quitamos muebles, pusimos un sofá, un calentador de agua…) para crear un espacio que les fuese más cómodo, donde poder hablar con ellos/as de forma más cercana”. 

Por su parte, Ángela destacó algunos de sus casos de éxito, como que algunos chicos y chicas consiguieran trabajos estables –y no precarios- o la creación de vínculos dentro de la comunidad –en equipos deportivos, en iglesias y mezquitas…-. La toma de conciencia de su propia salud mental también fue un efecto positivo del programa en estos y estas jóvenes. 

Como siempre, nos acompañó el Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación de la Universidad Complutense de Madrid, intervención en la que el doctor Esteban Sánchez Moreno presentó las conclusiones recogidas en el informe de evaluación de resultados elaborado por este centro de investigación. Esteban destacó algunos de los indicadores clave que constituyen el eje de lo que es Futuro&Co., aquellos que, precisamente, lo diferencian de otros modelos de intervención social, como son el derecho a la comunidad, el apoyo social y los índices de soledad. 

“Un elemento fundamental para que la vivienda funcione es la comunidad. El porcentaje de chicos y chicas que, al inicio del programa, afirmaron no tener a nadie a quien recurrir, se redujo drásticamente al final del mismo”. La soledad, concluyó Esteban, es un indicador clave de la exclusión social. 

El evento se cerró con la intervención de Juan Manuel Rodilla, coordinador del área de atención a personas e innovación en SJD València, que expuso algunas conclusiones y propuestas de trabajo desde la labor de su entidad para seguir avanzando en la lucha contra el sinhogarismo juvenil mediante un enfoque centrado en las capacidades de los y las jóvenes, un sistema de apoyos personalizados y la participación en la comunidad.  

Lo hizo con una frase que, creemos, define muy bien lo que significa Futuro&Co.: “Futuro&Co. nos ha ofrecido la posibilidad de romper con algunas creencias que teníamos, así como de explorar otras nuevas. Esto nos ha llevado a un espacio inigualable de oportunidades y de aprendizaje”. 

Ojalá siga siendo así. 

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En poco menos de un mes tendrá lugar, en la ciudad de Salamanca, el tercer acto de presentación de resultados de Futuro&Co., que se organizará de la mano de la Fundación Social Hijas de la Caridad, el próximo 20 de junio de 2024.